sábado, octubre 13

Observación de paseo y no de paso.

Durante mi estadía en la ciudad de Córdoba, hace 2 semanas, advertí algo en mi comportamiento como peatón y tiene que ver con el ritmo acelerado, e inconciente que a veces experimentamos todos. En este caso yo me observe muy apurado en cruzar de vereda. Me vi en varias oportunidades pisando la calle, abajo del cordón mientras pasaban los coches. Es una costumbre muy porteña, pues me di cuenta que estaba solo parado abajo de la vereda, en una actitud apresurada sin necesidad. Inconscientemente lo hacía, lo hacemos aquí muchos, y es una falta grave en nuestro carácter de ciudadanos, además de que denuncia cierta ansiedad por estar del otro lado, al frente. Ese paso al frente muchas veces innecesario, es peligroso, es apuro, no es otra cosa. Ese adelantarnos para nada, que nos baja de la vereda, está diciendo mucho. Yo lo advertí y admito que me sentí mal, creo que es para tenerlo muy en cuenta.

A caminar si, no por cualquier lado y atención antes de cruzar la calle. Hay que ser conciente de cada paso. Estar presente en el presente. SaluD

2 comentarios:

Unknown dijo...

Porque cuando uno va caminando entre dos lugares (o peor en coche) no está en ningun lugar y el vacio, el vacio nos aterra. Claro que se resuelve pensando que en realidad uno está con uno mismo, fácil. También hay otro comportamiento, cuando uno esta esperando para cruzar con mucha gente y pensando en cualquier cosa, me he dado cuenta que llegué al otro lado de la avenida sin haber mirado el semáforo, que crucé porque vi sin haber visto que los demás lo hacían.

: dijo...

Creo que ya es una conducta inherente a la naturaleza porteña, que debería(mos) erradicar. Es decir, no sólo que el tiempo que ganas estando abajo del cordón es prácticamente nulo, sino que también corres mas riesgos estando ahí.